Amigos y familiares dieron el último adiós al alcalde de Tlaxiaco, Oaxaca, Alejandro Aparicio, y al síndico Perfecto Hernández, quienes murieron tras ser atacados a balazos.
En el edificio del Ayuntamiento fueron colocados ambos ataúdes, para realizar una ceremonia cívica luctuosa con la participación de la banda de guerra.
En el lugar, los cuerpos fueron recibidos con aplausos de los pobladores.
Posteriormente, fueron sepultados en el panteón municipal.